Este cuento está dedicado a Melanie Sofía en su primer año de vida. Te tomará dos minutos leerlo. ¡Gracias por hacerlo!
Bra, bre, bri, bro, bru. Otra vez bre porque Melanie Sofía nació en noviembre. El día diecinueve del año de la pandemia. Veinte veinte o dos mil veinte.
Era jueves y llovía mucho; al abuelo le pusieron un parte por estacionar donde no debía. Pero no le importó porque se moría de ganas por arrullarla.
Melanie Sofía ahora tiene un añito y dos moñitos. El añito se lo dió Dios y los moñitos se los hizo Paula, su mamá. Juntas salen por la ciudad a vivir muchas aventuras.
En un día de lluvia, abren el paraguas de colores y se ponen a cantar mientras se empapan de sabiduría por las letras del abecedario que caen del cielo.
Van al parque a elevar globos rosados y dentro de los globos viajan las palabras más maravillosas del idioma español: Gracias, Alegría, Reír, Feliz. Los globos se elevan tan alto que de pronto explotan y al caer las palabras, contagian de gratitud, alegría, sonrisas y felicidad a todas las criaturas sobre la Tierra. No necesitan amor porque el amor es todo eso.
Se sientan debajo de un árbol para contemplar las formas de las nubes. Gana la primera que encuentre una nube con forma humana. Siempre gana Melanie Sofía porque ella está pendiente del cielo y su mamá del celular, aunque después de leer este cuento ya no tanto.
Paula le compró un telescopio a su bebé y las dos subieron a Monserrate para estar más cerca de las estrellas, que es el lugar de donde vino Melanie en noviembre, bre, bre, bre. Monserrate es una montaña mágica de Bogotá, muy alta y dicen que también es un volcán dormido. ¡Arrurrú!
Cuando se hace de noche mamá e hija regresan abrigadas a casa. Tan abrigadas que ya no se le ven los dos moñitos a Melanie Sofía. La bebé duerme como bebé después de tantas hazañas y sueña que conquista los planetas de este universo y de los universos paralelos.
Se despierta al día siguiente que es domingo para pedir su tete. Está lista para otro día de aventuras, pero esta vez con sus abuelos y sus tíos, porque su mamá debe trabajar como enfermera detectando pacientes con Covid-19.
Fin
Autor: ALEX VELÁSQUEZ
Abuelo de Melanie Sofía, papá de Paula Camila.
Ilustraciones: Sara Gabriela Velásquez Benavides, tía de Melanie, hermana de Paula, hija de Alex.
Excelente que bueno poder con alguien tan inspirador como la bebé quien llena de vida y motivación. Felicidades abuelo orgulloso
Lindo!
Que bonito relato Alex..me encanta que estés disfrutando a tu nieta hermosa..
Hermoso. Se transmite el amor. Felicidades y muchas bendiciones para Melanie
Que hermoso 😍