De cómo (a los 50) me convertí en un escritor famoso

<strong>De cómo (a los 50) me convertí en un escritor famoso</strong>

(Parte 2)

Por: ALEXANDER VELÁSQUEZ

Cumplí 50 marzos ya les dije. Nací el mismo año en que Juan Gabriel compuso la canción “No tengo dinero”. Yo tampoco. Supongamos que soy un autor aclamado, al que aman por igual lectores, editores y críticos. Es un juego, así que no se confundan porque me pueden meter en líos.

Les cuento, aquí entre nos: un periodista del diario EL TIEMPO me ha sorprendido esta mañana mientras me alistaba para salir a correr. ¡Sentí lo mismo que debió sentir Gabo cuando lo llamaron desde Estocolmo para decirle que se había ganado el Premio Nobel! Él no lo podía creer, pues yo tampoco.

El reportero me invitó a responder el cuestionario de la sección “Entrevista con…”, de la página   literaria que se publica cada mes. Me insistió con amabilidad que lo hiciera, porque andaban en pleno cierre de la edición de domingo y además me dijo que se sentía afortunado de hablar conmigo.  “Sí que lo es”, recuerdo que pensé.

¡Saldré en el periódico, no lo puedo creer! Por fin, en este país me toman en serio, soy un escritor con fama y sin fortuna. “Es el mejor regalo para un cincuentón”, reflexioné.

  1. Escritor Alex Velásquez, gracias por concedernos esta entrevista. Nos honra tenerle en estas páginas.  ¿Qué libro o libros ha escogido en estos días de confinamiento? Muchos. El libro tibetano de la vida y de la muerte, El profeta, La sangre de los libros, Breves Respuestas a las grandes preguntas, El amor en los tiempos del cólera, Sostiene Pereira… Encerrado he leído más que cuando era libre. Este virus ha sido maravilloso en medio de todo.
  2. Si pudiera invitar a dos personajes literarios para tomarse una copa un café con ellos, ¿a quién elegiría? Prefería conversar con dos escritores cuyo estilo me gusta mucho:Hermann Hesse y Truman Capote.Yo tomaría vino tinto porque dejé el café al igual que el cigarrillo.
  3. De los libros que leyó de niño, ¿cuál recuerda con más aprecio? En mi casa no había libros, salvo textos escolares y las cartillas Nacho Lee y Coquito; con ellas y con ayuda de mi abuela aprendí a leer antes de los cinco años.
  4. ¿Qué canción o tema musical elegiría por encima de todas? Carmina Burana, de Carl Orff, un compositor alemán ya muerto.Tiene más de veintiún millones de visitas en YouTube. También me gusta la versión de André Rieu que está vivo.
  • ¿Subraya los libros? Sí, porque soy cazador de frases, Pero los subrayo mal porque vine al mundo sin motricidad fina. De niño ni siquiera usaba bien las tijeras para recortar. Tengo letra de médico. Menos mal existen los computadores.
  • ¿Cuál película ha visto más veces? Crónica de una muerte anunciada, de Francesco Rosi, basada en el libro homónimo de Gabriel García Márquez.
  • ¿Qué libro le hubiera gustado escribir? A sangre fría. Truman Capote es un genio, y esa novela es además un gran reportaje. Si empiezan a leer, ya no podrán dejarla. Presté ese libro y me lo robaron, pero no ponga eso.
  • ¿Cuál novela recomendaría leer para entender mejor a su país? No es novela. Lean “Historia de Colombia y sus oligarquías”, de Antonio Caballero. Entenderán porque los colombianos somos como somos, y se reirán.
  • ¿Qué obra de arte se ha quedado viendo por más tiempo en un museo? Sería un mentiroso si digo que La Gioconda, porque nunca he ido al Museo del Louvre.La balsa Muisca me encanta. Está en el Museo del Oro de Bogotá.Muchos han soñado con robar esa pieza de orfebrería. Los españoles creo que fueron los primeros.
  • ¿Tiene alguna manía al escribir? Un cuaderno especial, un bolígrafo, un lugar… Salir a caminar, porque mientras lo hago encuentro inspiración para mis historias: un título, una palabra, una idea.  Hagan diez mil pasos diarios: si no encuentran nada extraordinario, se habrán impregnado de vitamina D.
  • ¿Está viendo alguna serie de televisión? Soy adicto a las buenas series de Netflix: Ten Percent, Pose, La Ley de los audaces, Hollywood, The Paper…  
  • ¿En qué ciudad del mundo se siente mejor? En cualquier pueblo de clima templado, rodeado de naturaleza donde haya un lago con patos y una buena silla para leer.
  • ¿Cómo tiene organizada su biblioteca? Me da pena decirlo, pero está hecha un desastre, al igual que la cama que olvidé tender por dar esta entrevista.
  • ¿Qué libro compraría hoy? “De qué hablo cuando hablo de correr”, del japonés Haruki Murakami o alguno de Thomas Mann. Si me van a regalar, que sean de esos autores.
  • Si no hiciera lo que hace, ¿a qué le gustaría dedicarse? Estaría detrás de un mostrador vendiendo libros –o leyéndolos cuando no haya clientes- o quizá en una prisión contando historias a gente mala para que sean mejores personas. Creo que los libros tienen ese poder. Los médicos deberían prescribirlos siempre.

-Disculpen. ¿Qué hora es? Me quedé dormido. Tuve una pesadilla. Soñé que era un escritor famoso. Pero, afortunadamente, ya pasó…

PD: Ya empecé a escribir la que podría ser mi primera novela. Eso espero.




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