Angélica María e Iván Darío: suma el amor más no los años

Angélica María e Iván Darío: suma el amor más no los años

Por: ALEXANDER VELASQUEZ

Cuando Angélica María llegó a este mundo, su futuro esposo ya tenía 27 años.  Iván Darío iniciaba su año rural en Betulia, un pueblito a 130 kilómetros de la capital antioqueña.

Ella, Angélica María Catalina Pinzón Ávila, nació en Bogotá el 10 de junio de 1983. El, Iván Darío Escobar Duque, en Medellín, el 10 de abril de 1956.

¿En qué momento se cruzaron las almas de la diseñadora gráfica bogotana y el médico paisa?  En 1989 él viajó a Bogotá para iniciar su especialización en Endocrinología. El plan era regresarse al terminar, pero llegaron las oportunidades laborales y se radicó en la capital.

A ella el doctor le cayó mal. Le parecía un tipo engreído, petulante “y de dedo parado”, desde cuando lo vio por primera vez en 2006 en una feria de la salud organizada por la Federación Diabetológica Colombiana. No fue amor, sino Indiferencia a primera vista.

-“Se la pasaba con los otros médicos y no miraba a nadie”.

El, por su parte, la había visto en otro eventos, a veces acompañada de su madre, y también en la Asociación Colombiana de Diabetes, donde hacía consulta como endocrinólogo y ella asistía como paciente con la nutricionista para mantener a raya la enfermedad.

Volvieron a verse en el 2008 en otra feria y la percepción de ella cambió.

-Un día me ofreció sus servicios profesionales, traía una propuesta para crear la página web del Instituto de Diabetes y Endocrinología, IDE. Me pareció muy querida y agradable. Le dije que la llamaría para concretar una reunión.

Por múltiples inconvenientes, ese encuentro sólo fue posible casi un año después, a mediados del 2009. Ella iba con la firme intención de cerrar el negocio y él la convenció de asistir al primer curso que dictaba para educadores en diabetes. Fascinada, se apuntó a las siguientes charlas, hasta que en el 2010 hablaron de organizar un proyecto conjunto: la creación de una tienda para pacientes diabéticos.

-Cuando abrimos el lugar, -recuerda Iván Darío- tuvimos más tiempo para conversar sobre nuestros asuntos personales, y un día, mientras contábamos el dinero, nos fuimos acercando, y sin darnos cuenta… ¡también nos fuimos enamorando!

El primer paso lo dio él: el 26 de mayo de 2010, le propuso ser novios, y a los dos días recibió el sí con el que nació esta historia de amor que cumple su primera década.

-Me enamoró su ternura y su dulzura, lo intelectual, las caritas que hace, su mirada, y cómo me trata y me consiente”, comenta Angélica.

Seis años después las mariposas revolotearon con más fuerza. Entonces, Iván Darío tuvo una idea: la invitó a Girardot a lanzarse en paracaídas desde una avioneta. Segundos antes de hacerlo, soltó la bomba: le propuso que se casaran. Se arrojaron al vacío sin la respuesta de ella y, siete minutos después, ya en tierra firme… ¿adivinen que pasó? Ella le respondió que lo amaba pero le pidió una espera. No se sentía preparada para dar ese otro salto en su vida.

El, que no se daría por vencido tan rápido, a finales de ese mismo año se arriesgó nuevamente: le entregó la argolla de compromiso en la casa de una compañera de trabajo durante la fiesta de fin de año.

-Recuerdo que fue delante de todos.  Él sacó la argolla y me puse a llorar.

-Ella la recibió con susto, ¡pero la recibió!

Para concretar el asunto, dos meses después, en febrero de 2018, la invitó a cenar y, por fin, emocionada dijo que sí, aunque le dejó saber que aún sentía ciertos temores.

Se casaron el 7 de julio de 2018, y se fueron de luna de miel para Italia. Cual tortolitos, recorrieron Roma, el Vaticano, Venecia y Milán.

-Me enamoró su sencillez y su forma de ser amorosa, tierna, familiar, respetuosa, y comprensiva, comenta él, que como buen deportista recorre 25 kilómetros diarios en bicicleta entre su casa y el consultorio.

Las claves de la felicidad

La pareja considera que siete son las claves para que una relación funcione: amor, comprensión, tolerancia, confianza, respeto, diálogo permanente, “y que cada uno tome en cuenta la opinión del otro”.

También coinciden en que los medios digitales fortalecieron la relación. La amistad comenzó por e-mail, luego a través del Messenger de Hotmail hasta llegar a los mensajes de texto.

-Eso hacía que siempre estuviéramos en contacto y que supiéramos que nos estábamos pensando, recuerda ella.

Algunas veces Iván Darío fue como su celestino, escuchó las historias de amor y desamor, sin saber que le estaba dando consejos a quien luego, y hasta el sol de hoy, sigue siendo su amada, que es el término que usa en las redes sociales para referirse a ella.

 

No importa que a mí no me entiendan
Y que por lo bajo comenten
Que existe una gran diferencia
Que tengo 40 y tú 20

Como toda pareja, han enfrentado momentos complejos.

“Antes me afectaban los comentarios y las miradas indiscretas de muchas personas que estaban a nuestro alrededor, ya que me hacían sentir mal, sin tener porqué”, dice Angélica, refiriéndose a la diferencia de edades.

Mentiras son todas mentiras
Cosas que dice la gente
Decir que este amor es prohibido
Que tengo 40 y tú 20

El consejo de ella para quienes pasen por una situación similar: no se dejen llevar por los comentarios de la familia o de la otra gente.

-Sigan sus sentimientos. El hecho que haya diferencias de edad no quiere decir que la relación va a fracasar. Y en el caso contrario, en relaciones entre parejas de similar edad, no siempre significa que vaya a funcionar.

Iván Darío recuerda que hubo un par de veces en las que ella quiso poner el freno, “para pensar mejor las cosas, ya que tenía dudas de si sería capaz de afrontar algo permanente conmigo».

 

Es el amor lo que importa
Y no lo que diga la gente

40 y 20
40 y 20
Toma mi mano
Camina conmigo
Mirando de frente

El añade: “Los dos somos personas adultas y nos enamoramos como cualquier otra pareja que se enamora, se entiende y aprende a afrontar los momentos difíciles”.

Hay una coincidencia increíble: los padres de Iván Darío también se casaron con una gran diferencia de edad.

-Mi padre le doblaba la edad a mamá, ella tenía 17 y él 34. Yo tenía 54 y ella 27 cuando nos hicimos novios.

Que yo tengo muchas vivencias
y tú tienes tanta inocencia
no saben que nuestro secreto
es tu juventud y mi experiencia.

toma mi mano
camino conmigo
mirando de frente.

Al hombre se le enamora por el estómago

La pandemia les ha permitido compartir más tiempo en pareja, aunque cada uno sigue trabajando en lo suyo, se reparten los quehaceres de la casa y también cocinan.

-Me he dado cuenta que lo mío son los postres: galletas, cheesecake, brownies, pan de queso, muffings… Quería ser especial con él por medio de la comida y funcionó.

 La relación de estos esposos comenzó un año después de la separación de él, tras veinte años de matrimonio. Tiene tres hijos de ese primer enlace: Luis Carlos, de 31 años; Juan Sebastián, de 27 e Iván David, de 20. Todos son jugadores de hockey, han pertenecido a la Selección Colombia de Hockey en Línea y representado al país en los campeonatos mundiales de dicho deporte. El mayor, médico como el papá, ya tiene hogar propio, y los otros dos –sicólogo uno y estudiante de administración de empresas el otro- viven con su madre.

Al comienzo, la relación con ellos fue tensa, en parte porque para los muchachos no es fácil ver a su papá con otra persona.

-La palabra madrastra jamás me ha gustado.  Siempre en las películas la madrastra es la mala y yo no soy así. Además, los chicos tienen a su mamá afortunadamente. Quiero que ellos vean en mí una persona que ama a su papá, con la cual pueden contar y siempre les deseo lo mejor.

Su amado añade: “La relación de ella con ellos es buena. El recelo permanece, aunque ahora en menor intensidad. Hacemos reuniones frecuentes y siempre hay un ambiente agradable”.

Olvidé preguntarles cuándo cometerán otra locura, como aquella de lanzarse en paracaídas.

Hoy Angélica tiene 37 años y su esposo Iván Darío 64.

 

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  1. Gracias Alex por contar nuestra historia de amor. Tú la conociste muy de cerca y sabes que fue así. Un abrazo grande, y éxitos en todos tus proyectos

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